Gemelos Digitales: la revolución silenciosa vino a cambiar la industria y la salud.


Pocas veces tenemos margen para detenernos y pensar en el impacto real que tiene la tecnología sobre la vida cotidiana, ya que naturalizamos su participación cotidiana. En este contexto de transformación permanente, los gemelos digitales (digital twins) son quizás la innovación menos visible, pero una de las más poderosas. Se trata de réplicas virtuales de objetos, procesos o sistemas que permiten monitorear, simular y predecir su comportamiento en tiempo real. Aunque la idea surgió en el ámbito de la ingeniería aeroespacial hace más de una década, hoy está revolucionando industrias tradicionales como la salud, la manufactura, el urbanismo y hasta el deporte profesional.

 

¿Qué son los gemelos digitales y cómo funcionan?

Un gemelo digital es una copia virtual altamente detallada de un objeto físico o un proceso, alimentada por datos en tiempo real que provienen de sensores, dispositivos IoT (Internet de las Cosas) y sistemas de monitoreo. Esta réplica se actualiza constantemente con información que le permite predecir comportamientos futuros, detectar fallas antes de que ocurran y optimizar el rendimiento de todo tipo de sistemas, desde una turbina eólica hasta un corazón humano.

En criollo: el gemelo digital es un “avatar” de un activo físico, pero no solo en su forma, sino también en su funcionamiento y evolución. Esto permite, por ejemplo, prever cuándo un componente de una máquina va a fallar o cómo va a reaccionar un paciente ante una cirugía específica, antes de que suceda en la vida real.

La industria pesada: el primer gran laboratorio de gemelos digitales

El sector industrial fue el primero en adoptar esta tecnología a gran escala. Empresas como Siemens y General Electric aplican estos modelos para gestionar desde el ciclo de vida de un producto hasta el mantenimiento predictivo de maquinaria crítica. La clave está en la capacidad de anticiparse a los fallos y reducir los costos de reparación no planificada. Por ejemplo, en el sector energético, el uso de gemelos digitales en turbinas eólicas ha logrado aumentar la eficiencia operativa y reducir el tiempo de inactividad.

En América Latina, la adopción es más incipiente pero comienza a acelerarse. Brasil y México encabezan la implementación en el sector oil & gas, mientras que Argentina está dando los primeros pasos en la industria de la energía renovable, con iniciativas vinculadas al monitoreo de parques solares en San Juan y La Rioja.

Salud de precisión: cuando el paciente tiene su propio gemelo

Por su parte, en el campo de la medicina, los gemelos digitales abren la puerta a una nueva era de personalización extrema. La creación de réplicas digitales de órganos, tejidos o incluso sistemas completos del cuerpo humano permite a los médicos simular procedimientos quirúrgicos, evaluar respuestas a tratamientos y diseñar terapias personalizadas con un nivel de precisión que antes era impensado.

En Estados Unidos, la startup Unlearn AI trabaja en gemelos digitales para ensayos clínicos virtuales, que permiten predecir el comportamiento de los pacientes ante ciertos medicamentos sin exponerlos a efectos secundarios durante la fase de pruebas. Esta tecnología permite reducir los tiempos quirúrgicos y minimizar los riesgos, una práctica que promete expandirse a otras especialidades médicas en los próximos años.

Ciudades inteligentes: urbanismo con simuladores en tiempo real

El concepto de ciudad inteligente cobra una nueva dimensión cuando los gemelos digitales se incorporan al diseño y la gestión urbana. Por caso, estos modelos virtuales permiten simular la circulación del tráfico, la gestión energética o la respuesta a desastres naturales antes de implementar políticas o infraestructuras en el terreno.

Singapur lidera esta tendencia con su proyecto “Virtual Singapore”, un gemelo digital que replica toda la ciudad en 3D y permite planificar desde el desarrollo inmobiliario hasta la respuesta a inundaciones. El objetivo es tomar decisiones más informadas y minimizar el riesgo de inversión en obras públicas.

El lado B de la hiper-modelización: ¿hasta dónde queremos replicarnos?

La expansión de los gemelos digitales abre preguntas difíciles sobre los límites de la simulación. En el ámbito de la salud, por ejemplo, el uso de datos personales para crear un “doble” digital de cada paciente plantea desafíos de privacidad y seguridad. ¿Quién es el dueño de esa información? ¿Qué pasa si ese gemelo digital es hackeado o manipulado?

En la industria, los riesgos incluyen la dependencia excesiva de modelos que, aunque sofisticados, no están exentos de errores o sesgos. Un fallo en el gemelo digital podría conducir a decisiones erróneas con consecuencias costosas o incluso peligrosas.

Por último, el uso de gemelos digitales en el diseño urbano abre la puerta a modelos de planificación que priorizan la eficiencia sobre las necesidades humanas reales. Las decisiones podrían quedar supeditadas a lo que dicte una simulación algorítmica, desdibujando la participación ciudadana en la toma de decisiones sobre el espacio público.

La revolución ya está en marcha

A pesar de estos desafíos, el desarrollo de gemelos digitales no parece estar desacelerando. Según la consultora MarketsandMarkets, el mercado global de esta tecnología superará los 110.000 millones de dólares en 2028, impulsado por la demanda de eficiencia, personalización y reducción de riesgos.

Argentina y la región tienen una oportunidad única de aprovechar esta tendencia. No solo como usuarios de tecnología importada, sino como creadores de soluciones adaptadas a los desafíos locales: desde la gestión inteligente de recursos naturales hasta el diseño de políticas públicas basadas en simulaciones realistas.

La revolución silenciosa de los gemelos digitales ya empezó. La pregunta es si vamos a limitarnos a mirarla pasar o si vamos a participar de su construcción.

Instituto de Innovación Digital CiudadanIA.

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