La Educación Presidencial: soberanía satelital.

Repasamos una lección básica que el presidente Milei aún no aprendió: el valor estratégico de ARSAT.

Argentina es uno de los pocos países del mundo capaz de diseñar, construir y poner satélites en órbita. Esto no solo nos da soberanía tecnológica, también potencia talentos nacionales, brinda conectividad federal y puede generar ingresos en dólares ofreciendo servicios satelitales a toda la región.

Pero desde que Milei asumió, la empresa pública ARSAT sufre desfinanciamiento, ninguneo y el freno total a proyectos clave como el ARSAT-3. La motosierra también corta las oportunidades del presente y del futuro. Con tristeza, muchos científicos están dejando una empresa que aman y que representa lo mejor de nuestra capacidad tecnológica.

Presidente, sáquele el pie de encima a ARSAT. Deje de ser satélite de intereses ajenos y entre, de una vez, en la órbita del desarrollo soberano.